Desde niños forzamos nuestros ojos aprendiendo y memorizando cosas que no nos interesan.Lo peor que le puedes hacer a tus ojos es forzarlos. Demasiado esfuerzo mental y enfoque, de hecho, puede dañar tu visión y causar daños permanentes en el ojo. Los malos hábitos comienzan en la niñez, especialmente durante la época escolar.
Estos malos hábitos continúan hasta la adultez y causan daños en los ojos. La mayoría de los problemas oculares y sus derivados simplemente son causados por estos malos hábitos aprendidos durante la juventud.
Los niños tienen una curiosidad natural por aprender nuevas cosas. Pregúntale a cualquier niño en la sala de guardería o en el primer año de la escuela si está emocionado por ir a la escuela, y la mayoría te dirá que sí lo está, con genuino entusiasmo. Haz la misma pregunta a un adolescente que está en secundaria, y se resistirá a la idea de volver a la escuela el año entrante.
¿Cuál es la enorme diferencia entre ambos? La escuela es demasiado disciplinada, y los niños se ven obligados a pasar horas al día aprendiendo y memorizando cosas que no les interesan. Cualquier materia que sea poco interesante hace que sus ojos se deban concentrar más, para crear pensamientos. No a todos les gustan los mismos temas y, sin embargo, todos los niños se ven obligados a memorizar y aprender cosas poco interesantes de cualquier modo.
Los ojos se tensionan cuando se ven forzados a concentrarse en imágenes que no les interesan. Tal como los números o un informe analítico del trabajo no le interesará a todos los empleados; las matemáticas, las ciencias y las lenguas no le interesará a todos los estudiantes. Esto no significa que tener una educación completa es un plan a descartar. Simplemente significa que hay necesidad de cambiar la manera en la que los niños son educados.
El Método Bates fue descubierto por el Dr. William Bates, un famoso oftalmólogo. En su método, el Dr. Bates compaginó una gran tabla del tamaño de un afiche, cubierta con formas comunes y letras que resultaban familiares para la mayoría de los niños en edad escolar. La tabla fue colgada al frente del salón de clases, y les ofrecía a los jóvenes tener algo para mirar cuando se sintieran cansados o abrumados. El propósito de la tabla era dar a los niños una posibilidad de relajar sus ojos. Ver material nuevo tensiona los ojos, pero los objetos conocidos permiten que los ojos se relajen.
Enseñar a los niños a no forzar sus ojos desde temprana edad mantendrá su visión aguda por muchos años.
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